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jueves, 12 de julio de 2018

FELIZ CUMPLE CRAYOLITA...



Ya se que es mañana cariño mío, pero como no estarás para decirte cuanto te amo y deseo, te escribo hoy mis sentimientos que por muchas cosas que te escriba, se resumen en un solo sentimiento, un amor infinito por ti que se ha venido desarrollando desde estos maravillosos años a tu lado, conociéndote cada vez más en profundidad y comprobar ese inmenso corazón que tienes y ese cariño infinito que me has demostrado.

Se que todos nuestros sentimientos nos los transmitimos cada día en esos corremos de la mañana que nos mandamos, pero tu me enseñaste que nunca es suficiente las formas en que una pareja se dice que se aman, ninguna sobra porque cada muestra de cariño acompañada con la realidad de los actos, refuerza la pareja en todos los aspectos de la vida y no me cabe duda, que a pesar de que vamos a cumplir trece años juntos, nuestro amor no ha envejecido ni nuestros sueños apagados por la lejanía... 

Te sentía cerca desde la distancia y los años hicieron que esa distancia prácticamente desapareciera, aunque yo se que tu al igual que yo, lo que quisiéramos es que la mayor distancia que queremos uno estar del otro, es la que nos separe nuestra pieles unida y sin ropaje que las separe...

Ningún poema de los cientos que te he escrito, ninguna reflexión dedicada a ti o los vídeos que te he hecho, reflejan en su totalidad el amor tan inmenso que me has hecho sentir, pero te seguiré escribiendo para hacerte sentir lo que tu supones en mi vida y también para fortalecer ese sentimiento que tu con tu manera de ser provocas cada día de mi vida.

Espero que tengas un maravilloso cumpleaños crayolita, gracias por tu amor, te adorooooo.

Felicidades crayolita

martes, 28 de junio de 2016

LOS HIJOS OLVIDARAN....


El tiempo es un animal extraño. Se parece a un gato, hace lo que le da la gana. Te mira astuto e indiferente, se marcha cuando le suplicas que se quede y se queda inmóvil cuando le pides por favor que se vaya. A veces te muerde mientras ronronea o te araña mientras te besa.
El tiempo, poco a poco, me liberará de la extenuante fatiga de tener hijos pequeños. De las noches sin dormir y de los días sin reposo.
De las manos gorditas que sin parar me agarran, me escalan por mi espalda, me cogen, me rebuscan sin restricciones ni vacilaciones. Del peso que llena mis brazos y dobla mi espalda. De las voces que me llaman y no permiten retrasos, esperas, ni vacilaciones.
El tiempo me devolverá el ocio vacío de los domingos y las llamadas sin interrupciones, el privilegio y el miedo a la soledad. Aligerará, tal vez, el peso de la responsabilidad que a veces me oprime el diafragma.
El tiempo, sin embargo, inexorablemente enfriará otra vez mi cama, que ahora está cálida de cuerpos pequeños y respiros rápidos. Vaciará los ojos de mis hijos, que ahora desbordan un amor poderoso e incontenible.
Quitará desde sus labios mi nombre gritado y cantado, llorado y pronunciado cien, mil veces al día. Cancelará, poco a poco o de repente, la familiaridad de su piel con la mía, la confianza absoluta que nos hace un cuerpo único. Con el mismo olor, acostumbrados a mezclar nuestros estados de ánimo, el espacio, el aire que respiramos. Llegarán a separarnos para siempre el pudor, la vergüenza y el prejuicio. La conciencia adulta de nuestras diferencias.

Como un río qué excava su cauce, el tiempo peligrará la confianza que sus ojos tienen ante mi, como ser omnipotente. Capaz de parar el viento y calmar el mar. Arreglar lo inarreglable y sanar lo insanable.
Dejarán de pedirme ayuda, porque ya no creerán que yo pueda en ningún caso salvarlos.
Pararán de imitarme, porque no querrán parecerse demasiado a mi. Dejarán de preferir mi compañía respecto a la de los demás ( ¡y ojo, esto tiene que suceder! )

Se difuminarán las pasiones, las rabietas y los celos, el amor y el miedo. Se apagarán los ecos de las risas y de las canciones, las nanas y los “Había una vez” acabarán de resonar en la oscuridad.
Con el pasar del tiempo, mis hijos descubrirán que tengo muchos defectos y, si tengo suerte, me perdonarán alguno. Sabio y cínico, el tiempo traerá consigo el olvido.

Olvidarán, aunque yo no lo haré. Las cosquillas y los “corre corre”, los besos en los párpados y los llantos que de repente paran con un abrazo. Los viajes y los juegos, las caminatas y la fiebre alta. Los bailes, las tartas, las caricias mientras nos dormimos despacio.

Mis hijos olvidarán que les he amamantado, mecidos durante horas, llevado en brazos y de la mano. Que les he dado de comer y consolado, levantado después de cien caídas. Olvidarán que han dormido sobre mi pecho de día y de noche, que hubo un tiempo en que me han necesitado tanto, como el aire que respiran.
Olvidarán, porque esto es lo que hacen los hijos, porque ésto es lo que el tiempo elige.
Y yo, yo tendré que aprender a recordarlo todo también para ellos, con ternura y sin arrepentimiento, ¡gratuitamente! y que el tiempo, astuto e indiferente, sea amable con esta madre que no quiere olvidar...Conchis

lunes, 30 de junio de 2014

NO DIBUJES, MEJOR PINTA TODA TU VIDA DE COLOR...



Nos pasamos dibujando momentos en la vida, 
algunos en blanco y negro y el resto a color, 
pero todos son experiencias, que nos han hecho,
llorar, reír, gozar, amar, pero sobre todo vivir.
Hay que ir paso a paso en la vida, disfrutando cada segundo de ella,
es maravilloso cuando aprendemos a estar atentos a esos destellos de felicidad 
que la vida nos pone enfrente, y poder sorprendernos cada segundo de lo que nos depara el destino,
solo hay que dejar fluir, todo llega en su momento y la vida misma nos va enseñando el porqué de lo que paso.
Solo vive al límite y disfruta cada respiro, aliento, caricia, beso, sueño, amor y fantasía que en esta vida se pueda tener.

No dibujes, mejor pinta toda tu vida de color !!

lunes, 4 de febrero de 2013

REFLEXIÒN



Los seres humanos trabajamos constantemente para conseguir el orden en nuestras mentes y cuando se habla de orden, la referencia es aquello que es conocido por nosotros y que habita en nuestro cerebro, lo que hemos aprendido y cómo lo hemos aprendido y que ha sido gracias a las construcciones que el mundo exterior ha hecho de nosotros y cómo hemos conceptualizado ese mundo exterior.
Entonces este orden está ubicado en lo que se llama "zona de confort", no necesariamente porque sea confortable, simplemente es lo conocido, el punto es tener la capacidad de identificar si esa zona en la que nos encontramos nos hace sentir bien y ser felices, si no, bienvenida sea esa insatisfacción, que nos hace acumular la energía suficiente para buscar y encontrar aquello que nos permita llegar a nuestros objetivos, y esto seguramente implicará romper paradigmas, a esto se le llama el reto de la vida y el camino hacia la felicidad.
Entonces la conclusión es atrevernos a desestabilizar ese orden, que nos obligue a hacer cualquier cosa necesaria para brincar obstáculos. 
Para esto se necesita solo un par de cosas: Voluntad y deseos de ser felices.