Cuantas veces vida mía
en la noche andaba solitario
en este puente de noche y de día
pensando que estaba entre tus brazos.
Caminaba despacio, no quería
que el puente terminara de repente
o que la noche se convirtiera en día
sin tenerte en mis brazos dulcemente.
Pensaba que la luna me seguía
para acompañar mis pasos soñadores
y yo en esos sueños me dormía
mientras cantaban hermosos ruiseñores.
Y el puente se iluminaba de repente
cuando el día venció a la noche oscura
y un beso sentí sobre mi frente
inundandome de toda tu dulzura...
Autor: Ángel Reyes Burgos
Para ti crayolita
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