Me he sentado a escribirte una carta y llevo una hora divagando por los
recuerdos de los interminables sentimientos que ya te escribí para no
repetirme, pero hay uno que por repetido, no merma la importancia del
sentimiento de una sola palabra, que aunque dicha a veces, no lo ha sido
con la profundidad que mereces, solo es...GRACIAS...
Gracias, por hacerme tan feliz desde el día que te conocí, hace ya ocho
años y aunque como cada pareja pasamos por momentos difíciles, tu y yo
supimos siempre superar las dificultades y permanecer unidos.
Gracias, por saber transmitirme tu propia felicidad junto a mi, que le
ha dado un nuevo valor a esta hermosa relación que el tiempo y la
distancia, no solo no ha conseguido mantenerla, si no también
fortalecerla.
Gracias, por esa generosa entrega tuya que me llega tan transparente
como transparente es tu alma y que es el oxigeno que necesito desde el
momento que abro los ojos y pienso y te siento a mi lado...con tus
mensajes, con tus correos y con tus llamadas telefónicas...
Gracias, por hacerme sentir un hombre importante aún sabiendo que no lo
soy, pero así me haces sentir cuando estoy a tu lado y me tratas de esa
forma tan especial que tu tienes para hacerme sentir vivo...
Gracias, por disculpar y olvidar mis errores pasados que son una muestra de tu generosidad y amor.
Gracias por hacerme sentir deseado como hombre y darme alas para
escribir esos intensos poemas en los que tu has plantado, la semilla en
mi imaginación para tenerte en mis brazos.
Hoy quiero darte las gracias
por encontrarte en la vida
y sentir con tus caricias
mi alma carente de heridas.
Me he tomado la licencia
de escribir esta carta abierta
no tienes que responderla
pues tengo yo la respuesta.
Siempre te tengo a mi lado
y plantando en mi alma queda
tu corazón aprisionado
sin grilletes ni cadenas...
Gracias amor de mi alma
que en mi corazón presente
tienes la llama encendida
de tu vida para siempre.
Para ti crayolita