Recorrerte con mis manos, mis besos y mi alma
electrizar tu piel en tormentosa calma
que te hagan surgir gemidos que ardan
y un fuego en mi pecho, que con tu pecho arda.
Cuerpo de mi cuerpo, jardín de mis delicias
abre tu mente a los sueños sagrados
siente en tu bello cuerpo la dulce caricia
de estos versos míos, tan apasionados.
Entregate sumisa que así quiero tenerte
fragilidad aparente suave y caliente
surco de tu espalda que quiero besarte
bellas redondeces, para poseerte...
Siente mis labios bajando a tus muslos
buceando en tu cuerpo en lo más profundo
mi lengua sedienta, tus labios temblando
la miel de tu flor, en mi boca sembrando.
Muerdo en tu cuello y mi espada penetra
un rugir en tu garganta como gata fiera
un estremecimiento que a los dos altera
en nuestro lecho de sueños, donde no hay fronteras.